Greenpeace, Julio 14, 2007A dos meses del asesinato de de Aldo Zamora (cometido el pasado 15 de mayo), a manos de talamontes de Ocuilan, Estado de México, los avances en las investigaciones para detener a sus asesinos han sido nulos, denunció la organización ambientalista Greenpeace México.
A pesar de que los atacantes están plenamente identificados y de que desde el 24 de mayo pasado se libraron órdenes de aprehensión en su contra, las autoridades del Estado de México, en particular la Procuraduía de Justicia de ese estado, no los han detenido. Aldo Zamora Gómez fue asesinado el pasado 15 de mayo por cuatro integrantes de las bandas de talamontes que operan en los bosques de San Juan Atzingo, municipio de Ocuilan, en represalia a su activismo en defensa de los bosques de su comunidad. Durante el ataque, su hermano Misael resultó herido.
“Es alarmante la ineficacia de las autoridades mexiquenses. Han actuado con tal lentitud, que permitieron escapar a los asesinos de Aldo Zamora. Primero, dejaron que las bandas de talamontes operaran con total impunidad durante años, afectando 3 mil hectáreas de los bosques de San Juan Atzingo, los cuales forman parte del Parque Nacional Lagunas de Zempoala. Ahora, esta impunidad ha conducido al asesinato y hostigamiento de los defensores de los bosques. A menos que hagan algo más allá de operativos `sorpresa”, Enrique Peña Nieto, se convertirá en cómplice no sólo de la destrucción del bosque, sino de este atroz asesinato. El pasado 12 de julio, el licenciado Felipe Calderón se comprometió públicamente a hacer justicia en este caso. Esperamos que este compromiso se traduzca en un desempeño más eficaz y rápido tanto de las autoridades mexiquenses, como de las federales”, explicó Patricia Arendar, directora ejecutiva de Greenpeace México.
Las organizaciones explicaron que a raíz del atentado en el que Aldo Zamora murió, el actuar de las autoridades se ha limitado a llevar a cabo operativos “sorpresa” con la participación de cientos de elementos de distintas corporaciones policiacas en los que, obviamente, no se ha capturado a los asesinos. Más aún, en algunos de esos operativos sólo se ha detenido a personas inocentes, como es el caso de Eleuterio Tomás Sosa, campesino de San Juan Atzingo, o a personas que no están relacionados con este delito y que fueron detenidos, por ejemplo, por transportar cable. Ante esta situación, el propio procurador de justicia estatal, Abel Villicaña se justificó diciendo que “desgraciadamente la suerte también cuenta en estos casos y no la hemos tenido”.
“La procuración de justicia no puede estar supeditada a la `suerte” de las autoridades. El actuar del gobierno de Enrique Peña Nieto no puede limitarse a operativos espectaculares que `con un poco de fortuna”les permitirán capturar en flagrancia a los responsables de delitos tan graves como la tala ilegal y el asesinato. Es necesario que la Procuraduría de Justicia del Estado haga un trabajo de investigación e inteligencia que le permita localizar y aprehender a la brevedad a los homicidas que le quitaron la vida a Aldo Zamora, donde quiera que estén”, dijo Héctor Magallón, coordinador de la campaña de bosques de Greenpeace México.
El gobierno de Enrique Peña Nieto no puede rehuir de sus responsabilidades por lo que Greenpeace le está solicitando de manera formal una reunión para que informe a la sociedad, a otras organizaciones que también están trabajando en este caso, como el Centro de Derechos Humanos Agustín Pro Juárez (Prodh), y, sobretodo, a Ildefonso Zamora y su familia, sobre los avances del caso y las medidas que se tomarán para capturar a los presuntos responsables de la muerte de Aldo Zamora.
Finalmente, Greenpeace expresa su preocupación por las recientes declaraciones del titular de la Protectora de Bosques del Estado de México (Probosque) en el sentido de que la tala ilegal ya fue “erradicada” de los bosques de Ocuilan, cuando ninguno de los líderes de las bandas de talamontes ha sido detenido. Si bien por el momento la tala ilegal se ha inhibido en la zona, eso no significa de ninguna manera que se haya solucionado el problema, sobre todo si se considera que la región de las Lagunas de Zempoala- Hutzilac es considerada como una de las 15 zonas críticas de tala ilegal en México, las cuales en conjunto albergan el 60 por ciento de esta actividad en nuestro país.
Los bosques de San Juan Atzingo forman parte del Parque Nacional Lagunas de Zempoala y se encuentran dentro del Gran Bosque de Agua, el cual alberga dos por ciento de la biodiversidad mundial, abastece tres cuartas partes del agua que se consume en la Ciudad de México, dota de agua a los ríos Lerma y Balsas, ayuda a mitigar el cambio climático y sus impactos en la región.
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